Modelo hermenéutico-reflexivo.

“Supone a la profesión docente como una actividad compleja, en un ecosistema inestable, sobre determinada por el contexto –espaciotemporal y sociopolítico- y cargada de conflictos de valor que requieren opciones éticas y políticas” Castillo y Montes (2012:50).

Es decir, en este modelo el dominio de técnicas y conocimientos estáticos se hacen insuficientes, por cuanto cobra relevancia la interpretación y reflexión en cuanto a las dinámicas cotidianas, que afectan la escala de valores de las personas, los fenómenos sociales fortuitos,  donde se requiere de sabiduría,  intuición, creatividad y pensamiento divergente para enfrentar lo no previsible, las indeterminaciones que dinamizan la realidad para ir dando respuesta sobre la marcha a diversas situaciones. Superadas éstas,  las prácticas de enseñanza se van transformando.  Este modelo reivindica la reflexión por lo que es relevante la conciencia del ser y hacer docente como agente de cambio.